El reto principal de la escuela actual no es enseñar matemáticas o geografía, sino poder enseñar: un asunto de comportamiento humano básico, de sabe ser y saber estar.
Aunque sobre la violencia escolar se han soltado ríos de tinta, yo me pregunto: ¿de qué estamos hablando? Muchos de los que hoy somos adultos nos hemos peleado de pequeños en la escuela; y no por eso éramos violentos Hay conductas que conllevan "fuerza" y deben interpretarse como propias de un aprendizaje adaptativo que combina juego, lucha, ensayo y error. Otras veces, en cambio, son mal intencionadas se muestran en forma de actos e intimidación consistentes y crueles hacia una víctima. El problema de la violencia puede crearse también cuando se nombra, cuando intervienen los Medios de Comunicación Social, ampliando noticias raras u ocultando información en función de sus intereses o de las demandas de una audiencia consumista y voraz. En este proceso paradójico colaboran ciertas instituciones -también las educativa-, algunas normas, pseudoprofesionales y estudios superficiales. Dicho esto, fuentes fiables confirman que en la escuela abundan los conflictos y que la convivencia no es fácil. Me remito a ellas, limitándome a destacar algunos aspectos significativos
1. Las "semillas de la violencia"
Las conductas violentas en la escuela no se dan aisladas sino que aparecen junto a otras, predictoras o incluso reveladoras de desadaptación social. He aquí algunas:
- Fracaso escolar. (...)
- Ambientes carenciales con dificultades para satisfacer las necesidades básicas. (...)
- Sociedad supersatisfecha y vapuleada por cambios profundo y vertiginosos (...)
- Familias desestructuradas (...)
- Amigos (...)
2. La escuela, un espacio para aprender a vivir y a convivir
La escuela debería ser una institución social más enfocada al aprendizaje que a la enseñanza, un espacio para crecer, convivir y aprender a ser felz. Cuando se olvida esto, se pierde el norte, es decir, la mirada del niño se convierte e una mezcla de intereses y dejaciones. Si la educación es un asunto de toda la sociedad, habrá que ubicar los problemas en su justo lugar e implicar a los agente sociales pertinentes. Aunque la escuela tiene ya demasiadas alforjas, ante el problema de la violencia puede uilizar tres tipos de estrategias:
- Preventivas, anticipándose a los hechos.
- Reactivas, resolviendo los problemas cuando estos suceden
- Prospectivas, anticipando el futuro,
lo que requiere invertir en visión y en capital humano.
Algunas iniciativas:
- Proyectos de Centro donde se apueste, de manera clara, por la formción de ciudadanos responsables, honestos, críticos y justos. (...)
- Apoyo legislativo (...)
- Recursos materiales yhumanos adecuados y suficientes (...)
- Formación de profesores y tutores (...)
- Transversalidad, sí, pero es insuficiente. Necesidad de una intervención específica. (...)
Josefa Zaballos (15 de mayo de 2009)
http://www.cesdonbosco.com/revista/articulos2009/mayo09/josefa.pdf
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